viernes, 28 de marzo de 2014

Imposibles unilaterales.

Podríamos haber tenido un futuro al que no le ganaba el pasado. Podríamos haber convertido las cosas complejas en simples. Podríamos haber desordenado las historias y hacer que las palabras pesaran mucho menos, y los besos mucho más.Podríamos haber medido las distancias a oscuras. Podríamos haber dejado que el vértigo no nos asustara, sino que nos hiciera volar, volar como dos cometas en el cielo. Podríamos haber tachado calendarios. Podríamos haber sido una combustión difícil de apagar.
Y yo…yo podría haber enredado mis palabras y engañarte, pero tengo la mala costumbre de mostrarme transparente y partirme la séptima costilla cada vez que intento querer a alguien. Y es verdad que estoy llena de defectos…que en mi mente pasan demasiados pensamientos por segundo y que algunos están tan teñidos de negro que parecen golondrinas vestidas de luto intentando escapar. Yo…yo quería que tú fueras una de esas personas que tienen el poder de colorearlos, de transportarlos a otra realidad, a tu mundo, que también pudo ser el mío.
Y tú…tú podrías haber esperado a que pasara el temporal. Que los restos del naufragio a veces se quedan flotando en el mar pero siempre terminan por hundirse y entonces…entonces brilla el sol después de mis tormentas. Y es ahí cuando tú…con tus prisas y tus dudas podrías haber sabido de mí…que también río a carcajadas, que a veces corro bajo la lluvia, que ando descalza, que odio los pintauñas, que  bailo sin ningún motivo, que a veces camuflo la tristeza en las mejillas y que adoro las flores con pétalos amarillos.

Ahora sólo pienso que podríamos haber sido juntos, esa maldita persona del plural que se me clava en las retinas y en el alma cuando hoy te vas. Podríamos haber sido nosotros. Sólo quedamos. Tú. Y yo. Imposibles unilaterales. Irreversibles e irrevocables.