Podríamos haber tenido un futuro al que no le ganaba el
pasado. Podríamos haber convertido las cosas complejas en simples. Podríamos
haber desordenado las historias y hacer que las palabras pesaran mucho menos, y
los besos mucho más.Podríamos haber medido las distancias a oscuras. Podríamos
haber dejado que el vértigo no nos asustara, sino que nos hiciera volar, volar
como dos cometas en el cielo. Podríamos haber tachado calendarios. Podríamos
haber sido una combustión difícil de apagar.
Y yo…yo podría haber enredado mis palabras y engañarte,
pero tengo la mala costumbre de mostrarme transparente y partirme la séptima
costilla cada vez que intento querer a alguien. Y es verdad que estoy llena de
defectos…que en mi mente pasan demasiados pensamientos por segundo y que
algunos están tan teñidos de negro que parecen golondrinas vestidas de luto
intentando escapar. Yo…yo quería que tú fueras una de esas personas que tienen
el poder de colorearlos, de transportarlos a otra realidad, a tu mundo, que
también pudo ser el mío.
Y tú…tú podrías haber esperado a que pasara el temporal. Que
los restos del naufragio a veces se quedan flotando en el mar pero siempre
terminan por hundirse y entonces…entonces brilla el sol después de mis
tormentas. Y es ahí cuando tú…con tus prisas y tus dudas podrías haber sabido
de mí…que también río a carcajadas, que a veces corro bajo la lluvia, que ando
descalza, que odio los pintauñas, que
bailo sin ningún motivo, que a veces camuflo la tristeza en las mejillas
y que adoro las flores con pétalos amarillos.
Ahora sólo pienso que podríamos haber sido juntos, esa maldita
persona del plural que se me clava en las retinas y en el alma cuando hoy te
vas. Podríamos haber sido nosotros. Sólo quedamos. Tú. Y yo. Imposibles
unilaterales. Irreversibles e irrevocables.
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